Saturday, April 01, 2006

Emil Sinclair

"Y me contó de un adolescente que estaba enamorado de una estrella. A la orilla del mar extendía los brazos hacia ella, la adoraba, soñaba con ella y la dedicaba todos sus pensamientos. Pero sabía, o creía saber, que un hombre no puede enlazar con sus brazos una estrella. Imaginaba que su destino era amarla siempre sin esperanza y construyó sobre esta idea toda una vida de renunciameniento y dolor, callado y fiel, que habría de purificarle y ennoblecerle. Una noche se hallaba sentado de nuevo junto al mar, sobre un acantilado, contemplando a su amada y ardiendo en amor por ella. Y en un instante de profundo anhelo saltó al vacío , hacia la estrella. Pero todavía entonces pensó en la imposibilidad de alcanzarla y cayó, destrozándose contra las rocas. No sabía amar. Si en el momento de saltar hubiese tenido fuerza de alma suficiente para creer fija y seguramente en el logro de su deseo, hubiese volado cielo arriba a reunirse con su estrella.
- El amor no debe pedir - continuó - ni exigir tampoco. Ha de tener la fuerza de llegar en si mismo a la certeza, y entonces atrae ya en lugar de ser atraído. Sinclair, su amor es ahora atraído por mi. Cuando llegue a atraerme, entonces acudiré. No quiero hacer un regalo, quiero ser ganada"


Demian - Herman Hesse

una cosa realmente maravillosa.

1 Comments:

Blogger Roma said...

te vino muy perfecto a la situacion

igual, una cosa es el amor en su plenitud y otra son los quiebres del amor, cuando uno decide romper con algo y no supo amar para entender las necesidades del otro, el otro esta muuy en su derecho de hacer valer sus exigencias, de hacersee valer aunque cueste.

te amo

11:44 AM  

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