Monday, January 21, 2008

Más Neruda

"...Vamos, poema de amor, levántate de entre los vidrios rotos, que ha llegado la hora de cantar.
Ayúdame, poema de amor, a restablecer la integridad, a cantar sobre el dolor.
Es verdad que el mundo no se limpia de guerras, no se lava de sangre, no se corrige del odio. Es verdad.
Pero es igualmente verdad que nos acercamos a una evidencia: los violentos se reflejan en el espejo del mundo y su rostro no es hermoso ni para ellos mismos.
Y sigo creyendo en la posibilidad del amor. Tengo la certidumbre del entendimiento entre los seres humanos, logrado por los dolores, sobre la sangre y sobre los cristales quebrados."
Confieso que he vivido - Neruda

Más largo Neruda

"...Yo quiero vivir en un mundo sin excomulgados. No excomulgaré a nadie. No le diría mañana a ese sacerdote: "No puede uster bautizar a nadie porque es anticomunista". No le diría al otro : "No publicaré su poema, su creación, porque usted es anticomunista".
Quiero vivir en un mundo en que los seres sean solamente humanos, sin más títulos que ese, sin darse en la cabeza con una regla, con una palabra, con una etiqueta. Quiero que se pueda entrar a todas las iglesias, a todas las imprentas. Quiero que no esperen a nadie nunca más a la puerta de la alcaldía para detenerlo y expulsarlo. Quiero que todos entren y salgan del Palacio Municipal, sonrientes. No quiero que nadie se escape en góndola, que nadie sea perseguido en motocicleta. Quiero que la gran maoría, la única mayoría, todos, puedan hablar, leer, escuchar, florecer.
No entendí nunca la lucha sino para que ésta termine. No entendí nunca el rigor, sino para que el rigor no exista. He tomado un camino porque creo que ese camino nos lleva a todos a esa amabilidad duradera. Lucho por esa bondad ubicua, extensa, inexhaustible.
De tantos encuentros entre mi poesía y la policía, de todos estos episodios de otros que no contaré por repetidos, y de otros que a mí no me pasaron, sino a muchos que ya no podrán contarlo, me queda sin embargo una fe absoluta en el destino humano, una conviccion cada vez más consciente de que nos acercamos a una gran ternura. Escribo conociendo que sobre nuestras cabezas, sobre todas las cabezas, existe el peligro de la bomba, de la catástrofe nuclear que no dejaría nadie ni nada sobre la tierra. Pues bien, esto no altera mi esperanza. En este minuto crítico, en este parpadeo de agonía, sabemos que entrará la luz definitiva por los ojos entreabiertos.
Nos entenderemos todos. Progresaremos juntos. Y esta esperanza es irrevocable."
Confieso que he vivido - Neruda